Nuevo Futuro” en Málaga: corazones valientes y manos solidarias tras una ilusión
Del
5 al 9 de diciembre, como desde hace cuarenta años, la Asociación Benéfica
“Nuevo Futuro”, con más de ciento veintiocho hogares repartidos por todo el
mundo, organiza en Málaga su rastrillo (mercado) de ventas para recaudar fondos
y poder ofrecer hogares para niños con escasas posibilidades.
Promedia
diciembre en Málaga y ya comienza a cambiar ese aire embriagador de olivos por un
aire de festejos que precede a las grandes fechas.
Las
calles se atiborran de luces, los árboles de la Alameda se visten de brillos,
los barrios salen a colmar los bares de impaciencia festiva y el mar se torna
blanco, acariciando la arena de la Malagueta con sus vapores fríos. Málaga se
abre a una nueva Navidad y se nota en las calles.
Comenzamos
a coordinar las fechas de los eventos y a adecuar nuestros estilismos;
imaginamos los regalos con los que sorprenderemos a quienes más queremos y nos
ilusionamos con el día en que los niños cantores de la Lotería de Navidad española
vociferen el número de nuestro billete frente a miles de almas expectantes.
Efectivamente
son días de ilusiones, de sueños, de fantasías que muchos podrán hacer realidad
y que otros simplemente esperaremos, por lo menos, a tener la posibilidad de
intentarlo.
En
estos días tan especiales, en los que la emotividad se apodera de los ánimos, en
el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, un recinto magistral con una
superficie de sesenta mil metros cuadrados, diecisiete mil de ellos de área
expositiva y con aparcamientos para mil doscientos vehículos, ubicado a medio
camino entre el Aeropuerto de Málaga “Costa del Sol” y el centro histórico de
la ciudad, se inaugura un año más el Rastrillo Nuevo Futuro.
Nuevo
Futuro es una organización benéfica a través de la cual un grupo de mujeres de grandes
corazones inquietos crean hogares para niños que carecen de familia. Les
brindan cobijo, alimento y educación, otorgándoles la contención que necesitan
para crecer con dignidad, en igualdad de posibilidades ante una sociedad que
los reconoce gracias a las disposiciones de sus buenas voluntades.
No
es casualidad que en estas fechas en las que todos añoramos a quienes no están
con nosotros, auguramos rodearnos de buenas compañías y disfrutar de un año
próximo mejor que el anterior, el rastrillo se abra a los corazones de Málaga y
extienda sus manos constructivas y llenas de cariño para que, entre todos, acerquemos
nuestra contribución, aún la más silenciosa, aquella llena de capacidad y
consecuencias, para lograr que el cambio positivo que están viviendo casi
cincuenta niños, desafortunados en su momento y hoy arropados por estas nuevas
madres de Nuevo Futuro en Málaga, sea aún mejor.
-¿Qué
quieres hacer este año en Nuevo Futuro, Flavia?...- me preguntó con su cordialidad natural Tania Segura, vocal de la
Junta Directiva de la ONG, en el acto de presentación del hermoso cuadro identificativo
de este año de la pintora malagueña Ana Roldán.
-¡Escribir!-
contestó imperativa Genoveva Vera, vicepresidenta de “Nuevo Futuro”,
adelantándose a mi respuesta- Flavia quiere escribir- afirmó, y me dirigió una
mirada llena de ternura y de seguridad, una vez más.
Genoveva
Vera es una mujer decidida y carismática. Forma parte del hogar de Nuevo Futuro
desde hace veintidós años. Sus decisiones son imperativas y su entusiasmo por
las letras la acercó a mi libro “Entre dos lunas”, gracias al que estamos
unidas en la complicidad de esta sutil adicción literaria.
No
me resultó, entonces, difícil dedicarle un pequeño escrito a la inauguración de
la obra de esta ONG española cuya presidencia honoraria, que recae en Su Alteza
Real la infanta Dª Pilar de Borbón, ya es todo un símbolo de solidificación y
esperanza, y su realización diaria se agradece a cientos de manos voluntarias
que dedican su tiempo y sus capacidades para organizar, en un recinto cerrado y
para disfrute de una semana, un paseo de compras, ocio y gastronomía digno de
las mejores peatonales urbanas.
El
Rastrillo Nuevo Futuro abre sus puertas todos los años en Málaga los primeros
días de diciembre. Su acto de inauguración es siempre presidido por el alcalde
de Málaga, Sr. Francisco de la Torre e integrantes de la diputación malagueña y
por el discurso espontáneo y sincero de la directora de la ONG, Dª Carmen
Barrionuevo, seguidamente acompañado por
la asistencia de importantes invitados, como diseñadores de alta costura, pintores,
periodistas y escritores que recrean las mesas de sus almuerzos y las fotos de
prensa de los días posteriores, ofreciendo su apoyo constante y los resultados
de su trabajo como un regalo de solidaridad.
Este
año, sin embargo, innovando en su protocolo, he tenido el más alto de los
privilegios de obsequiar a Nuevo Futuro unas sentidas palabras de emoción y
reconocimiento a una labor que se extiende sin pausas durante todo el año, en favor
de los niños que más lo necesitan y que hoy puedo compartir, desde el corazón y
a través de estas páginas amigas, con todos ustedes:
“Hace
algunos años, en una tarde de invierno que hoy es parte de nuestros recuerdos
más importantes, mi marido y yo decidimos desafiar al destino con la intensión
de brindarle a nuestro hijo de siete años un nuevo futuro.
Nos
embarcamos, entonces, en una idea más cargada de imprudencias que de
posibilidades reales en favor de un sueño que no estábamos del todo seguros de
poder llegar a cumplir.
Sin embargo
lo intentamos, y la suerte de nuestra osadía nos trajo a Málaga, e
inmediatamente nos dejamos cautivar por la hospitalidad de una sociedad que
despliega su alegría en cada encuentro, con abundantes mesas de sabores nuevos,
con giros verbales cariñosos y con tradiciones ancestrales, que encuentran su
continuidad en el calor de una fraternidad cargada de principios.
Algunos
años después, y en mi afán por rodearme de las personas adecuadas y por
compartir mis esquinas literarias, me acerqué al Rastrillo Nuevo Futuro y, sin
saberlo, me fui introduciendo en el corazón de un grupo de personas de
capacidades valientes que me recibieron con la afabilidad inmediata de una
sonrisa y con un respetuoso halago hacia mi trabajo, y me enseñaron que ellos
también, pero cada día de sus vidas, dedican sus tardes a considerar la
posibilidad de cambiar el futuro de un
niño que lo necesita.
Poco a
poco, entonces, fui conociendo su trabajo y aprendí a valorar sus esfuerzos y a
saborear los frutos de sus iniciativas; supe ver cómo tejen cada año, con el
hilo fuerte de las buenas intensiones, un manto emocional que cobija a niños
carentes de esperanzas, brindándoles una familia que no sólo los contiene y los
alimenta, sino que también los forma en una educación orientada a una vida
provechosa, para que el desarrollo de sus propias capacidades sepa construir, en cada uno de ellos, el
futuro que realmente se merecen para ser felices.
Hoy, una
vez más, y abriendo las puertas hacia otra Navidad, el Rastrillo Nuevo Futuro
vuelve a congregarnos, brindándonos la oportunidad de formar parte de su rutina
de solidaridad, para que entre todos podamos devolverle a muchos niños el
derecho a crecer en la dignidad de un ámbito fraternal y la dicha de saber que,
a pesar de lo que en algún momento pudo haberles faltado, hoy cuentan con una
alternativa que les permitirá cumplir sus sueños.
Hace doce
años, ya, que vivo en Málaga, junto a mi marido y nuestro hijo, y en todos
estos años si algo he aprendido es que lo poco que podamos ofrecer es mucho
para quien lo recibe; que cada día trae consigo un nuevo reto que afrontar, una
nueva idea que defender y muchos sueños por cumplir y que, sin lugar a dudas,
cumplir esos sueños es mucho más sencillo cuando contamos con corazones
solidarios como los del Rastrillo Nuevo Futuro.”
-¡Muchas
gracias por tus palabras tan cariñosas, Flavia, y por el énfasis diferente de
tu acento!- me agradecieron, durante el almuerzo benéfico, Dª Maite Santolaria,
Rosa Vera y Esperanza España, pilares fundamentales de la Junta Directiva de
Nuevo Futuro, mientras que Lourdes Martínez acercaba su permanente sonrisa y
sus fotos, sumándose a la satisfacción de un acto inaugural disfrutado y
sentido.
-¡A
ustedes!- les contesté con mucha emoción, mientras un agradecimiento hacia
todas ellas, por su labor y su reconocimiento, se consolidaba en un sentido y
extenso abrazo.
-
Gracias a Nuevo Futuro. Siempre...